Si me equivoco, es porque lo intento. Y si lo intento, es que me esfuerzo. Si me esfuerzo, muy probablemente lo consiga. Aprenderé y aprenderé, hasta que sea lo suficientemente hábil y capaz. Y llegue allí dónde quiero estar. La equivocación siempre antecede el conseguirlo. Así que, si hoy me equivoco, significa que estoy más cerca de llegar.
Por todo esto, muchas ¡muchísimas! Gracias, equivocación, por enseñarme y acercarme al éxito. Sin ti no podría lograrlo...