Llevar una dieta estricta implica un gran esfuerzo tanto mental como físico, suponiendo muchas veces la tentación de romperla.
En época de vacaciones, fiestas, cumpleaños, estar en comidas o cenas con la familia o con amigos puede implicar el aumento de nuestra ingesta y saltarnos esa estricta dieta por un, dos o tres días...