Antes de comenzar, es imprescindible saber que no hay emociones buenas o malas, sino que todas ellas son adaptativas y necesarias, por lo que debemos permitir la expresión de las mismas. Sin embargo, esto no quiere decir que aceptemos conductas peligrosas, como la agresión, o conductas que no son correctas, como tirar la comida al suelo. En estas ocasiones son necesarios los límites...
