¿A quién no le sienta bien recibir reconocimiento por algo que ha hecho, dicho o, simplemente, por ser como es? En una relación de pareja, expresar reconocimiento o reafirmación se considera uno de los lenguajes del amor (Chapman, 1992). Este lenguaje se manifiesta en dos formas: reafirmando a la pareja (por ejemplo, "me encanta cómo sonríes" o "te admiro por tu pasión") o reafirmando la relación (por ejemplo, "me encanta el equipo que formamos" o "quiero un futuro contigo").

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Este tipo de reconocimiento genera un impacto muy positivo en la pareja, ya que aporta seguridad, fortalece la autoestima y refuerza la conexión emocional. Sin embargo, no siempre forma parte del día a día, especialmente cuando la rutina, el cansancio o las discusiones sin resolver comienzan a desgastar la relación. Sin darnos cuenta, esto puede crear una distancia emocional que, aunque no siempre genere discusiones, va erosionando poco a poco el vínculo.

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Para entender mejor la importancia de este punto, imagina tu relación como una cuenta bancaria emocional. Cada gesto de cariño, palabra de apoyo, momento de ocio compartido o muestra de respeto es como hacer un depósito en esta cuenta. Estos depósitos, cuando la relación fluye de manera positiva, se acumulan y crean lo que podríamos llamar "ahorros emocionales". Estos ahorros son esenciales para gestionar los momentos de tensión o conflicto. Si no se han ido acumulando, cuando llega una discusión no hay un fondo emocional que amortigüe el impacto, y la relación sufre. Expresar reconocimiento es una forma clave de nutrir esos ahorros emocionales.

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